sábado, 6 de marzo de 2010






me viglietizo, me atahualpeo, me silvianizo, me fandermoleo,
me negro ( asi me dicen jajaja) y me luno,
a veces me hago humo.

Me rojo, me erizo, me vuelvo de fuego;
me aturdo, me ahogo, me visto en lobo
y miro a la luna como enamorado entre tanto caninar lo desolado.

Me invento mil cuentos todos parecidos,
Me arrullan los vientos de un lugar deseado
y sigo enloquecido y siempre enamorado
tentado a tocar hasta lo prohibido.

Ese martilleo, ese torbellino,
es quizá la marca de mis pobres huellas
que caminan solas, paso circular.

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